Kenny Ruiz: Cuando algo se acaba...

Cuando las cosas se acaban algo nuevo crece... pero algo se jode, es inevitable.

Recuerdo que cuando leí el final de los Reyes Elfos sentí una alegría enorme, pensé: ¡¡Joder Victor debe estar crujiéndose de felicidad, porque ha acabado su historia con toda la grandiosidad que se merecía, lo ha conseguido, nos ha tenido atados a su mundo, expectantes, hasta este momento final, hasta esta ultima nota que le da sentido total a la sinfonía, y que lo vuelve coherente!!... luego pensé que era una jilipollez, que solo es un curro... y un segundo después pensé...¡y una mierda es una jilipollez!,¡¡ yo lo he vivido!!, el nunca lo sabrá, pero yo estaba allí, con el, luchando en la nieve, mirando las flechas sobre mi cabeza, y haciendo frente al caballero oscuro, ¡yo estaba allí!... gracias a el, y nunca lo sabrá.

Le mande un msg enseguida y le dije lo que me había molado, y que estaba loco por hacer aquella historia corta que hablamos, el es mi amigo y tengo ese privilegio que no tenemos con todos nuestros autores favoritos...

Después pase un rato en silencio, y la pregunta me golpeo como un rayo...¿yo lo habré conseguido?... es una pregunta egocéntrica y autocomplaciente, pero resuena y resuena como un eco interminable.

La gente que lo lee, los colegas, te dicen que esto si y aquello no, algunos se esfuerzan y crees ver que dicen la verdad, que no intentan complacerte, pero en el fondo no lo sabes, son tus amigos, y saben que su opinión te afecta.

El hecho es que cuando algo se acaba, algo se jode.

Ya no podré utilizar mas trampas y trucos para enredar al lector en mi historia, ya no volveré a ser Kain, ni a salir a la terraza mientras llueva pensando “que la tormenta me llama”, no tendré que meterme en la piel de Gabriel, intentando explicar lo ciego que esta el mundo al mas ciego de todos, perdí mi oportunidad. Y entonces vuelve mi pregunta.

Y anteayer estaba allí, en Angouleme, sentado en el Stand de Paquet, rodeado de trifulcas de negocios, contratos, ventas, super exitos, fracaso, derechos, proyectos, entrevistas, fancineros ilusionados, profesionales desencantados diciendome a mi mismo que pienso en cada mariconada... , nada de esto importa, que la peña compra la portada y la deja en la estantería, que eso es todo, una manera mas de mover dinero, que a nadie le importa nada de lo que hay detrás, solo que te paguen bien, entregues a tiempo y encarguen el siguiente salchichón ... y en esto viene una chica, que me sonaba, y me dice :

Chica francesa- ¿te importa hacerme una dedicatoria?
Sr.Ruido.-Claro, ese es mi trabajo.

Pero cuando abro el libro, veo que ya le hice una de Kain, y le pregunto:

Sr.Ruido.-¿Pero...si ya esta?
Chica.-Si, pero me gusta mucho Kain, y me gustaría otro dibujo de el, en los dos anteriores también me dibujaste a Kain.

Entonces me explica que vino los años anteriores a Angouleme y que cada año le dedique un capitulo. Me pregunta porque Kain tiene una hija, y porque Cancer no dijo la verdad, me dice que es muy triste, pero que es muy fuerte... y , ahí esta... ... ella estaba conmigo... allí en la torre, bajo la tormenta, con una herida en el pecho, y los dientes bien apretados, y en ese rato no importa de que editorial eres, lo mal que salio el color, o lo fea que quedo esa viñeta, en ese rato no hay mercado, ni manga, ni BD, ni industria ni poyadas que enmierden todo lo que importa... y lo que importa es que alguien estuvo allí conmigo, es que alguien esta con nosotros a cada momento que leemos algo o compartimos cualquier cosa... eso importa, eso lo cambia todo, esa es la nota final que da sentido a la sinfonía.